"La música de Jazz se derretía en el aire mientras los vasos vacíos hablaban entre ellos. Había una especie de tristeza hermosa en la oscuridad de aquel lugar."
12.11.2024

Bares en La Candelaria como El Mirador de la Estrella o antiguos sitios como El Quiebracanto, aunque no sean jazzísticos, recrean esa sensación de música y soledad compartida que evoca el libro. La conexión entre los sonidos, las luces y la intimidad de estos lugares los convierte en escenarios casi perfectos para esta narrativa.