Este fragmento sugiere un café bohemio y nostálgico, similar a los que puedes encontrar en La Candelaria:

BOGOTÁ EN LA NUBES: UN VIAJE ENTRE CALLES LLUVIA Y POESÍA.
Explorar Bogotá como Escenario Literario
En Opio en las nubes de Rafael Chaparro Madiedo, aunque los lugares específicos no siempre se mencionan explícitamente, la narrativa evoca una atmósfera que se siente profundamente conectada con el alma de Bogotá. La ciudad, con su mezcla de melancolía, bohemia y caos, parece flotar entre la realidad y el sueño, convirtiéndose en un personaje más dentro del universo poético del libro. A continuación, exploraremos lugares de Bogotá que podrían vincularse con las partes más representativas de la obra, citando fragmentos y conectándolos con la ciudad:
Este fragmento conecta directamente con los bares alternativos de Chapinero, un barrio conocido por su ambiente diverso y bohemio:
Bares en La Candelaria como El Mirador de la Estrella o antiguos sitios como El Quiebracanto, aunque no sean jazzísticos, recrean esa sensación de música y soledad compartida que evoca el libro. La conexión entre los sonidos, las luces y la intimidad de estos lugares los convierte en escenarios casi perfectos para esta narrativa.
Este ambiente también se encuentra en los bares más eclécticos de Chapinero, o bares de La Zona G. Aquí, la mezcla de conversaciones intelectuales, bebidas fuertes y un público diverso parece sacado directamente del universo de Opio en las nubes.
Los cafés de Chapinero, como Café Cultor o Varietale, son ejemplos modernos que evocan esta sensación. En estos lugares, uno puede sentarse a mirar la lluvia mientras se bebe un café fuerte, como si el tiempo se detuviera.